Santa Rita: Imposibles Matrimonio Familia
Oración a Santa Rita de Casia

Oh, gloriosa Santa Rita de Casia, abogada de los imposibles y fiel sierva de Dios, acudo a ti con el corazón afligido y la esperanza puesta en tu poderosa intercesión. Tú, que conociste el dolor y la tribulación en carne propia, y que experimentaste la fidelidad de Dios en medio de la adversidad, escucha mi humilde súplica y extiende tu mano en mi auxilio.
Como una esposa ejemplar, madre amorosa y religiosa entregada, tu vida fue un testimonio de fe y perseverancia en medio de los más grandes desafíos. En este momento de angustia y desesperación, imploro tu ayuda para que intercedas ante el Señor por mis necesidades. Que, así como Dios escuchó las oraciones de Ana, yo también pueda experimentar su misericordia a través de tu mediación.
Tú, que fuiste una mujer de profunda oración, te ruego que me enseñes a confiar en la providencia divina y a abandonar mis miedos y preocupaciones en las manos de Dios. Que, al igual que Jesús, quien se retiraba a orar en soledad, yo también pueda encontrar momentos de recogimiento para escuchar la voz de Dios en mi corazón.
Santa Rita, patrona de los casos desesperados, te encomiendo mis problemas matrimoniales y familiares, que me causan gran dolor y sufrimiento. Concede a mi hogar la paz y la armonía que tanto anhelo, y libérame de las dificultades que me afligen. Que, al igual que Rut, quien encontró refugio bajo las alas de Dios, yo también pueda hallar consuelo y protección en su amor.
Te pido, Santa Rita, que intercedas ante el trono de la gracia para que Dios derrame su espíritu sobre mi familia, sanando nuestras heridas y restaurando nuestras relaciones. Que, como la mujer que fue sanada por Jesús al tocar su manto, yo también pueda ser curado de mis males y experimentar la bondad del Señor.
Santa Rita, ejemplo de paciencia y perdón, te pido que me enseñes a perdonar a aquellos que me han ofendido y a pedir perdón por mis propias faltas. Que, al igual que Jesús en la cruz, yo pueda amar a mis enemigos y buscar siempre la reconciliación. Que tu ejemplo me inspire a vivir una vida de santidad y a seguir los pasos de nuestro Salvador.
Con gran confianza te entrego mi corazón, Santa Rita, prometiendo honrar tu memoria y difundir tu devoción. Que, a través de tu intercesión, pueda experimentar la bondad de Dios y crecer en su amor, esperando un día alcanzar la gloria celestial junto a ti y a todos los santos. Amén.