¡Nueva Criatura! Descubre tu Increíble Potencial en Cristo.

Nueva Criatura en Cristo: ¡Descubre tu Potencial!
Vamos a leer juntos 2 Corintios 5:17: «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas». ¡Qué poder en estas palabras! Si estamos en Cristo, ¡somos nuevas criaturas! No somos los mismos de ayer. El pasado, con todas sus cargas, ¡quedó atrás! Es como si hubiéramos nacido de nuevo, como si hubiéramos recibido un nuevo ADN, ¡el ADN del Rey!
La Transformación en Cristo
Imaginen una oruga, arrastrándose por la tierra, comiendo hojas. No tiene idea del potencial que lleva dentro. Pero, un día, esa oruga se transforma en una hermosa mariposa, volando libremente. ¡Así somos nosotros en Cristo! Dejamos atrás la vieja vida, con sus limitaciones, y nos elevamos a nuevas alturas. Ya no somos «hijos del dolor», sino «hijos de fortaleza». Ya no somos «gallinas», ¡somos águilas, creados para volar!
Dejando atrás el Pasado
Ahora, algunos de ustedes dirán: «Pero es que yo he cometido muchos errores, tengo un pasado muy oscuro.». ¡Y les entiendo! Pero recuerden, Dios no ve el exterior, Él mira el corazón. Y si están en Cristo, Él los ve como nuevas criaturas, ¡perdonados y amados! Él no se enfoca en sus errores, sino en el potencial que Él puso en ustedes. Es como si tuvieran un nuevo certificado de nacimiento, donde dice: «Creado a la imagen del Dios Todopoderoso».
Un Nuevo Destino
Y no solo eso, amigos, ¡ustedes tienen un destino increíble por delante!. Dios los creó con un propósito, con dones y talentos únicos. Quizás haya sueños que han quedado enterrados, pero les digo, ¡esos sueños aún están vivos!. Es como si tuvieran un fuego ardiendo en su interior, un fuego que los impulsa a alcanzar la grandeza. No permitan que las dudas y los temores los detengan. Recuerden las palabras de Caleb: «¡Este es mi tiempo, mi momento, mi destino me está llamando!».
Viviendo como Nuevas Criaturas
Ahora, cómo vivimos como esas nuevas criaturas?
Renovando la Mente
Primero, renovando nuestra mente. Dejemos de pensar como la vieja persona que éramos, y empecemos a pensar como Dios dice que somos: bendecidos, prósperos, fuertes, saludables, capaces. Cambiemos las etiquetas negativas que nos pusieron, por las etiquetas que Dios nos da: «Obra maestra», «Valioso», «Único», «Más que vencedor».
Declarando la Verdad
Segundo, declarando con nuestra boca lo que creemos en nuestro corazón. Digamos: «Soy bendecido», «Soy fuerte», «Soy sano», «Soy un hijo de Dios». Porque las palabras tienen poder creativo. Cuando hablamos la verdad de Dios sobre nosotros, ¡le damos vida a nuestra fe!. Es como Ezequiel, hablándole a los huesos secos y declarando que volverían a vivir.
Manteniendo los Ojos en Jesús
Tercero, manteniendo nuestros ojos en Jesús. Él es el autor y consumador de nuestra fe. Recuerden, Él venció el mundo, y en Él somos más que vencedores. No se rindan en los momentos difíciles. La dificultad no es el final, sino el comienzo de algo nuevo.
Así que hoy, levanten la cabeza, saquen el pecho, y recuerden quiénes son: ¡nuevas criaturas en Cristo! El pasado quedó atrás, el futuro es brillante y lleno de esperanza, y el potencial que tienen es ilimitado. ¡Dios los ama y tiene grandes cosas preparadas para ustedes! No permitan que nada los detenga. ¡A volar, mariposas!
Que esta reflexión nos guíe hacia la luz de Dios en nuestros momentos más difíciles, y que siempre nos recordemos de Su amor incondicional.